Un semestre lo dedicamos a la suma de seis más seis. La economía se movía de media docena en media docena. En la carrera de matemáticas, repetí los mismos cálculos. Teníamos diez dedos, existían dieciséis colores y de las veinticuatro horas diarias, faltaban un par, pero no más.
Ahora me he tenido que actualizar. Se ha sintetizado en un laboratorio, pero sospechan que pronto se encontrará en la naturaleza. Lo descubrieron el año pasado. La alegría fue tal que este año ha sido nombrado en su honor. Se trata del número 2020.