Aquel día Uglu Virtanen debía dictaminar las causas del fallecimiento de un accidentado. Por prudencia, antes de empezar, corroboró la muerte. Uglu Virtanen optó por el método de la entrevista. Le preguntó al presunto finado si había notado su inexistencia. El aspirante a difunto se giró y educadamente contestó que sí. Uglu Virtanen preparó un formulario. A continuación, comenzó la autopsia.