Voy a presentar una misma técnica que puede considerarse desde dos ópticas. Primera, ser concreto en lugar de abstracto. Segunda, mostrar en lugar de decir.
Con ser concreto, me refiero a bajar en el nivel de abstracción en la construcción del relato, o dicho de otro modo, ofrecer imágenes concretas en lugar de conceptos abstractos. Te ofrezco el siguiente ejemplo. Un concepto abstracto sería: «Juan es violento». Una imagen concreta quedaría: «Juan, que ya fue detenido por dar una patada en la cara a un chaval, ha sido despedido por calentarse e insultar a su jefe».
Con «mostrar» en lugar de «decir», hago alusión a no presentar directamente los sucesos sino a sugerirlos. Si simplemente lo digo, por ejemplo, quedaría: «Sofía siente calor». Si lo muestro, en este caso, podría quedar: «Antes de romper a sudar, Sofía alza la vista del móvil, encuentra el mando del aire acondicionado y lo enciende».
Por último, señalar que aunque en escritura creativa nada es obligatorio, existen indicaciones que pueden ayudar. En el caso de esta técnica, se consigue sumergir al lector en el relato y, a la par, dotarlo de verosimilitud.
Ejercicio: Muestra una emoción.
Muestra la emoción que está sintiendo un personaje en un momento dado. Una posible emoción sería la felicidad. También puedes elegir la tristeza, el miedo o la sorpresa. Así como cualquier otra emoción que te inspire, desafíe o apetezca. Sitúa dicha emoción en un momento dado, por ejemplo, al volver de trabajar o ante el nacimiento de su primogénito. Puedes escribir un relato completo, pero no es necesario.